Las comisiones que aplican las entidades financieras: cómo evitar que encarezcan tus operaciones de divisas
Las operaciones de divisas representan una importante fuente de ingresos para las entidades financieras. Sin embargo, estas también suelen aplicar una serie de comisiones y tarifas que pueden encarecer considerablemente estas operaciones y reducir nuestros beneficios.
En este artículo, vamos a analizar las principales comisiones que aplican las entidades financieras en las operaciones de divisas y qué podemos hacer para evitar que encarezcan nuestras operaciones.
1. Comisión de cambio de divisa
La comisión de cambio de divisa es una de las comisiones más habituales en las operaciones de divisas. Esta comisión se aplica al convertir una divisa en otra distinta y suele representar un porcentaje del importe total de la operación.
Por ejemplo, si queremos cambiar 1.000 euros a dólares y la entidad financiera aplica una comisión del 2%, estaríamos pagando un total de 1.020 dólares.
Para evitar que esta comisión encarezca nuestras operaciones, podemos comparar las distintas ofertas de cambio de divisas que ofrecen las diferentes entidades financieras y elegir aquella que nos ofrezca las mejores condiciones. En general, las comisiones suelen ser más bajas en operaciones de mayor volumen.
2. Comisión de gestión y conservación de divisas
Otra comisión habitual en las operaciones de divisas es la comisión de gestión y conservación de las divisas. Esta comisión se aplica por mantener una divisa en nuestra cuenta de inversión.
Por ejemplo, si tenemos dólares en nuestra cuenta de inversión y no los cambiamos por otra divisa distinta, la entidad financiera nos aplicará una comisión por mantener los dólares en nuestra cuenta.
Para evitar que esta comisión encarezca nuestras operaciones, podemos mantener un control más activo sobre nuestras inversiones en divisas y reducir el tiempo que mantenemos una divisa en nuestra cuenta de inversión.
3. Comisión por operaciones de compra o venta de divisas
La comisión por operaciones de compra o venta de divisas es otra de las comisiones más habituales en las operaciones de divisas. Esta comisión se aplica por cada operación que realicemos de compra o venta de una divisa.
Por ejemplo, si compramos dólares con euros, la entidad financiera nos aplicará una comisión por la operación. Si posteriormente vendemos estos dólares por euros, volveremos a pagar otra comisión por la operación.
Para evitar que esta comisión encarezca nuestras operaciones, podemos optar por operaciones de mayor volumen y menor frecuencia. También es importante comparar las distintas ofertas de compra y venta de divisas que nos ofrecen las distintas entidades financieras.
4. Comisión por retirar efectivo en divisas
Finalmente, otra de las comisiones habituales en las operaciones de divisas es la comisión por retirar efectivo en una divisa distinta a la de nuestra cuenta de inversión.
Por ejemplo, si tenemos dólares en nuestra cuenta de inversión y queremos retirar efectivo en euros, la entidad financiera nos aplicará una comisión por esta operación.
Para evitar que esta comisión encarezca nuestras operaciones, podemos planificar nuestras necesidades de efectivo con anterioridad y cambiar la divisa en nuestra cuenta de inversión antes de realizar la retirada de efectivo.
En resumen, las comisiones son una parte importante de las operaciones en divisas y pueden llegar a encarecer considerablemente nuestras operaciones. Sin embargo, comparando las distintas ofertas de las entidades financieras y planificando nuestras operaciones con anterioridad, podemos evitar que estas comisiones afecten a nuestros beneficios.